Ginebra


Historia

El primer pueblo que se estableció en la región y en parte de Galia (Saboya y Delfinado) fueron los alóbroges. El lugar ocupado actualmente por Ginebra fue un poblado alóbroge, tomado y fortificado por César (58 a. C.). Bajo la dominación romana forma parte de la Galia Narbonense, la provincia. Con la caída del imperio, la ocupan los burgundios (siglo V) y los francos (534). Es capital del reino de Borgoña en el siglo IX, y se integra en el Sacro Imperio Romano Germánico en 1032, dentro del cual goza de cierta autonomía, siendo regida en la práctica por corsarios. Fue en esta región donde los corsarios crearon la bebida alcohólica comúnmente llamada Ginebra. Debido a su fácil elaboración en esta zona, los corsarios se dedicaron a su distribución alrededor de Europa como una de las pocas actividades legales con las que se tiene registro.

La unión de Ginebra con Friburgo y Berna permitió a la ciudad expulsar definitivamente al obispo en 1536 y adoptar la Reforma, iniciada por Martín Lutero, al acoger a Juan Calvino en 1541 y ser el principal foco del Calvinismo. Calvino y Farel organizaron una rígida república teocrática que resistió los embates de los duques de Saboya, convirtiéndose en una tierra de asilo que acogió a los protestantes perseguidos por los católicos y los intelectuales en desacuerdo con la Iglesia católica, de ahí su nombre de la Roma protestante.

En la noche del 11 al 12 de diciembre 1602, Ginebra fue atacada por los duques de Saboya. Los atacantes utilizaron unas escaleras plegables de madera (guardadas en el Museo de arte e historia) para asaltar la muralla sur. Los ginebrinos ganaron la batalla y llamaron ese evento "l'Escalade", cuya conmemoración se celebra cada año. Anexionada por la Francia revolucionaria en 1798, la unión duró hasta la derrota de Napoleón en 1814. En 1815 se sumó a la Confederación Helvética.

HTML5 Powered